Conceptos y Ayuda
¿QUÉ ES EL ACOSO SEXUAL CIBERNÉTICO?
El acoso sexual cibernético, también conocido como ciberacoso sexual o ciberacoso de naturaleza sexual, se refiere a una forma de acoso en la que una persona utiliza medios electrónicos, como internet, redes sociales, correo electrónico, mensajería instantánea, aplicaciones de chat o mensajes de texto, para acosar, intimidar, humillar o abusar sexualmente de otra persona.
El acoso sexual cibernético puede adoptar diversas formas, que incluyen el envío de mensajes, imágenes o videos sexuales no deseados, comentarios lascivos o degradantes, difusión de imágenes o videos íntimos sin consentimiento (conocido como "porno vengativo" o "revenge porn"), chantaje sexual en línea, creación de perfiles falsos para acosar a alguien, divulgación de información personal o privada con intenciones maliciosas, entre otros comportamientos similares.
Este tipo de acoso puede tener graves consecuencias emocionales y psicológicas para las personas afectadas, causando angustia, ansiedad, depresión e incluso llevándolas a aislarse socialmente o tener pensamientos suicidas. Además, puede tener impactos negativos en la reputación personal y profesional de las víctimas.
Es importante destacar que el acoso sexual cibernético es un delito en muchas jurisdicciones y puede ser denunciado a las autoridades correspondientes. Además, es fundamental fomentar la educación y conciencia sobre el tema, promoviendo la seguridad en línea, el respeto y la empatía hacia los demás, así como brindar apoyo y recursos a las víctimas de este tipo de acoso.
Ciberacoso en menores y adolescentes
En el caso de los niños y adolescentes, es probable que, en ocasiones, sea difícil averiguar si están siendo objeto de acoso cibernético. En esas edades, se aconseja a los padres y tutores que presten atención a su comportamiento. Según advierten los expertos de ESET, los siguientes son indicadores claros de cyberbullying:
-
Cambios físicos visibles.
-
Cambios repentinos de humor o pérdida de interés en actividades habituales.
-
Fingir alguna molestia física o enfermedad para evitar ir a la escuela.
-
Eliminación de las cuentas en redes sociales.
-
Aislamiento social anormal.
-
Pérdida o extravío de objetos en situaciones extrañas.
En el supuesto de que un menor o adolescente manifieste estos síntomas, se le debe preguntar si está siendo acosado en el mundo físico o virtual (o en ambos). Y, en caso afirmativo, brindarle todo el apoyo necesario para que se sienta acompañado y pueda superar esa experiencia negativa.
¿QUÉ ES EL SEXTING?
El sexting es el acto de enviar, recibir o compartir mensajes, imágenes o videos de naturaleza sexualmente explícita a través de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, computadoras o tabletas. Estos contenidos suelen incluir fotografías o videos íntimos en los que la persona aparece desnuda, semidesnuda o realizando actos sexuales explícitos.
El sexting puede llevarse a cabo entre parejas íntimas como parte de su vida sexual consensuada y privada. Sin embargo, también puede ocurrir entre personas que no tienen una relación romántica o en casos en los que una persona comparte imágenes íntimas con alguien de confianza, pero luego esa persona las divulga sin su consentimiento, lo que se conoce como "porno vengativo" o "revenge porn".
Es importante destacar que el sexting puede tener riesgos asociados. Si las imágenes o los mensajes caen en manos equivocadas, podrían ser compartidos sin consentimiento, lo que puede provocar situaciones de acoso, chantaje, intimidación o vergüenza para la persona afectada. Además, el contenido compartido a través del sexting puede ser almacenado y distribuido en línea, lo que puede tener consecuencias negativas a largo plazo para la reputación y la privacidad de las personas involucradas.
Por lo tanto, es fundamental practicar el sexting de manera responsable y segura. Si decides participar en sexting, ten en cuenta los siguientes puntos:
-
Consentimiento: Asegúrate de que todas las partes involucradas estén de acuerdo y den su consentimiento explícito para enviar y recibir imágenes o mensajes de naturaleza sexual.
-
Privacidad: Ten en cuenta que no hay garantía de que el contenido compartido a través del sexting se mantenga privado. Piensa cuidadosamente antes de enviar imágenes o mensajes íntimos y considera los posibles riesgos asociados.
-
Confianza: Solo comparte contenido íntimo con personas de confianza y que respeten tu privacidad. Recuerda que una vez que envías el contenido, pierdes cierto control sobre su distribución.
-
Seguridad: Protege tu identidad y tus datos personales. Asegúrate de que tu dispositivo esté seguro con contraseñas y bloqueos adecuados.
-
Consciencia: Ten en cuenta las leyes y regulaciones relacionadas con el sexting en tu jurisdicción. Algunos países pueden tener leyes que penalizan la distribución no consensuada de contenido sexual.
En resumen, el sexting es una práctica que involucra el envío de contenido sexualmente explícito a través de dispositivos electrónicos. Aunque puede ser consensual y privado entre parejas, es importante comprender los riesgos asociados y tomar precauciones para proteger la privacidad y la seguridad personal.
¿EN QUÉ CONSISTE EL GROOMING?
El grooming es un proceso manipulador en línea en el que un adulto establece una relación de confianza con un niño o adolescente con el fin de abusar sexualmente de ellos. El agresor utiliza tácticas de manipulación, seducción y control para ganarse la confianza del menor y establecer una conexión emocional. A medida que la relación se fortalece, el agresor puede comenzar a solicitar imágenes o videos sexualmente explícitos, persuadir al menor para que participe en actividades sexuales en línea o incluso intentar encontrarse en persona para cometer abuso sexual.
El grooming puede involucrar diversas estrategias, como:
-
Creación de una identidad falsa: El agresor puede hacerse pasar por alguien de la misma edad o con intereses similares al menor para ganarse su confianza.
-
Establecimiento de una relación de confianza: El agresor muestra interés en la vida, los problemas y las preocupaciones del menor, proporcionando apoyo emocional y atención, a menudo llenando un vacío emocional que el menor pueda tener.
-
Control y manipulación: El agresor puede utilizar tácticas de manipulación psicológica para ejercer control sobre el menor, como amenazas de revelar secretos, chantaje emocional o aislamiento social.
-
Sexualización progresiva de la relación: El agresor gradualmente introduce contenido sexual en las conversaciones, haciéndolo parecer normal y deseado, y puede alentar al menor a participar en interacciones sexuales en línea.
-
Explotación y abuso: Una vez que el agresor ha ganado suficiente confianza, puede solicitar imágenes o videos sexualmente explícitos o intentar encontrarse en persona para llevar a cabo abusos sexuales reales.
Es importante destacar que el grooming es un delito en muchas jurisdicciones y puede tener graves consecuencias para el agresor. Es fundamental que los menores estén informados sobre los peligros del grooming, sepan reconocer las señales de alerta y se sientan cómodos para comunicar cualquier situación sospechosa a un adulto de confianza.
La prevención del grooming implica educar a los menores sobre la seguridad en línea, promover la comunicación abierta con padres y tutores, establecer límites claros en línea y fomentar una cultura de confianza y respeto.
Tendencias en las manifestaciones del acoso
1. El número de casos registrados aumentó durante la pandemia
Entre febrero 2018 y junio 2020, se registraron 2580 casos de acoso virtual y violencia en línea en la plataforma. De ellos, 2231 casos (86%) fueron registrados por víctimas y 349 (14%) han sido registrados por informantes. En términos de tendencias registradas a propósito de la pandemia, encontramos que mientras que el promedio de casos entre marzo y junio del 2018 fue 89 casos por mes y en el 2019, de 98 casos por mes, entre marzo y junio 2020, el promedio aumentó a 143 casos por mes. Además, se alcanzó un pico de 189 casos documentados en junio 2020; el número mayor de casos registrados en un mes desde que se abrió la plataforma No al Acoso Virtual.
No sabemos a qué se debe el aumento en el registro de casos. Puede ser a propósito de campañas para aumentar el uso de la plataforma en esta época o a una mayor incidencia de casos de acoso virtual y violencia en línea. En cualquier caso, el aumento nos indica que el estar más conectadas durante el aislamiento, aumentó el interés por visibilizar experiencias de acoso en Internet y en generar evidencia sobre esta problemática.
2. El hostigamiento es el tipo de acoso más común
En términos de los tipos de acoso, encontramos que los seis tipos de acoso registrados desde febrero 2018 hasta junio 2020, fueron: hostigamiento (80%), insultos electrónicos (58%), ciber-amenazas (49%), ciber-persecución (34%), acoso o stalking (30%) y happy slapping (2%). (Puedes encontrar la definición para cada tipo de violencia utilizada por el portal aquí.) Estas formas de acoso fueron consistentemente las más reportadas a lo largo de los tres años. No existe un registro de tipos de acoso por mes, por lo tanto no sabemos qué tipos de violencia fueron más frecuentes durante la pandemia.
El acoso ocurre diariamente
En el 49% de los casos, el acoso se presentó de manera diaria. El resto se presentaba de manera intermitente (27%), semanal (16%) o mensual (7%).
El acoso ocurre principalmente en redes sociales y en aplicaciones de mensajería
Se reportó que la mayoría de casos están ocurriendo en 5 medios: Facebook (73%), Whatsapp (40%), Mensajes de texto (24%), Chat (23%) y en Instagram (20%). Otros medios en los que se comete violencia, incluyen correo electrónico, páginas web, redes sociales como Twitter y Youtube, y aplicaciones de servicio de taxis y deliveries. No sabemos qué tipo de medios han sido mencionados en Otros.
Buscando tendencias en los medios registrados, encontramos que el 98% de los casos ocurren en redes sociales (consolidando los casos reportados en Facebook, Instagram, Twitter, Youtube) y el 87% en aplicaciones de mensajería (casos en Whatsapp, mensajes de texto y chat).
Resumen de las tendencias
Las tendencias más marcadas de acoso virtual en el Perú, según los datos levantados por el portal No al Acoso Virtual entre Febrero 2018 y junio 2020 son:
-
Hasta junio 2020, se registraron de manera voluntaria 2580 casos de acoso virtual en la plataforma. De ellos, 2231 casos (86%) fueron registrados por víctimas y 320 (14%) han sido registrados por informantes.
-
Desde que inició el aislamiento obligatorio, el promedio de casos registrados aumentó a 143 casos por mes (marzo-junio 2020); y se alcanzó un pico de 189 casos documentados en junio 2020; el número más alto de casos registrados en un mes desde que se abrió la plataforma No al Acoso Virtual.
-
Los tipos de acoso más registrados fueron: hostigamiento (80%), insultos electrónicos (58%), ciber-amenazas (49%), ciber-persecución (34%), acoso o stalking (30%) y happy slapping (2%). Los primeros cinco son comportamientos muy similares que se refieren al envío reiterado e incesante de mensajes ofensivos, amenazantes, humillantes por Internet.
-
En el 49% de los casos, el acoso se presentó de manera diaria. El resto se presentaba de manera intermitente (27%), semanal (16%) o mensual (7%).
-
La mayoría de casos están ocurriendo en Facebook (73%), WhatsaApp (40%), Mensajes de texto (24%), Chat (23%) y en Instagram (20%). Reorganizando los datos de acuerdo a tipo de plataforma, encontramos que el 98% de los casos ocurren en redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter, YoutTube) y el 87% en aplicaciones de mensajería (WhatsaApp, mensajes de texto y chat).
¿QUÉ ES EL STALKING?
El stalking, también conocido como acoso o acecho en español, es una forma de comportamiento no deseado y perturbador que implica el seguimiento, vigilancia, observación o persecución persistente de una persona por parte de otra sin su consentimiento. Esta conducta puede tener lugar tanto en el mundo físico como en el entorno digital.
El stalking puede ser llevado a cabo por una persona conocida del individuo objetivo, como un ex pareja, un amigo, un compañero de trabajo o un vecino, o incluso por alguien desconocido que se obsesiona con la víctima. Las formas de acoso pueden variar desde mensajes constantes, llamadas telefónicas no deseadas, envío de correos electrónicos incesantes, seguimiento físico, monitoreo de actividades en redes sociales, daño a la propiedad y otras formas de comportamiento invasivo.
Este tipo de conducta puede ser extremadamente angustiante para la víctima, ya que invade su privacidad, crea ansiedad y temor, y puede afectar gravemente su bienestar emocional y mental. El stalking es considerado un delito en muchos países y puede tener graves consecuencias legales para el acosador.
Si alguna vez te encuentras siendo víctima de stalking o conoces a alguien que lo sea, es fundamental buscar ayuda y asesoramiento de las autoridades locales, así como de organizaciones especializadas en la asistencia a víctimas de acoso. Es importante tomar estas situaciones en serio y tomar medidas para proteger la seguridad y el bienestar de la persona afectada.
lA PORNOGRAFÍA COMO PELIGRO PARA NUESTROS HIJOS
La pornografía puede representar un peligro para nuestros hijos si no se maneja adecuadamente. La facilidad de acceso a contenido pornográfico a través de internet y dispositivos móviles ha aumentado significativamente en los últimos años, lo que plantea preocupaciones sobre su impacto en los niños y adolescentes.
Aquí hay algunas razones por las que la pornografía puede ser considerada un peligro:
-
Contenido inapropiado para la edad: La pornografía está diseñada para adultos y contiene material sexual explícito que no es adecuado para niños y adolescentes. Exponerlos a este tipo de contenido prematuramente puede confundirlos sobre la sexualidad, las relaciones y las expectativas realistas.
-
Desarrollo de actitudes y comportamientos no saludables: La pornografía puede representar relaciones sexuales y dinámicas poco realistas, lo que puede influir en la forma en que los jóvenes perciben el sexo y las relaciones íntimas. Esto puede llevar a expectativas poco realistas y actitudes poco saludables hacia el sexo.
-
Adicción: La exposición excesiva a la pornografía puede llevar a una dependencia, similar a otras adicciones. Esto puede afectar el rendimiento académico, las relaciones interpersonales y la salud mental de los jóvenes.
-
Riesgo de victimización: Algunos sitios de pornografía pueden ser maliciosos y contener virus, malware o enlaces a contenido potencialmente dañino.
Para proteger a nuestros hijos de los peligros de la pornografía, es importante tomar medidas preventivas:
-
Supervisión: Monitorea el acceso de tus hijos a internet y establece restricciones de edad en dispositivos y navegadores. También es importante hablar con ellos sobre la importancia de un uso responsable y seguro de la tecnología.
-
Comunicación abierta: Habla con tus hijos sobre la pornografía y sus posibles efectos. Asegúrate de que se sientan cómodos para hacer preguntas y hablar sobre cualquier inquietud que puedan tener.
-
Educación sexual: Proporciona educación sexual adecuada y basada en la edad para que tus hijos comprendan la sexualidad de manera responsable y realista.
-
Filtro de contenido: Utiliza software de control parental y filtros de contenido para bloquear el acceso a sitios web pornográficos.
-
Modelado de comportamiento: Sé un buen modelo a seguir en cuanto al uso responsable y equilibrado de la tecnología y las relaciones saludables.
Recuerda que el objetivo es proteger a los niños y adolescentes de la exposición inapropiada y enseñarles a navegar en el mundo digital de manera segura y consciente.
